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miércoles, 20 de julio de 2011

PALABRAS AUTOCTONAS DE SANLUCAR DE BARRAMEDA

PALABRAS  AUTÓCTONAS DE SANLUCAR DE BARRAMEDA

ACHINCHONAO: DICESE DE UNA PERSONA MUY GRUESA.
AJIGAO: Jadeante por ir de un lado a otro a toda prisa.
Ajumao: Borracho.
ARCATUFA: Chufa.
DAR BANDAZOS:  Estar sin trabajo o desocupado.
BORRICO APAREJADO : Se dice de una persona que se pasa de bruto.
CAGAR TINTA:  Pasar por momentos malos, difíciles y dolorosos de angustia y pesadumbre.
CALENTITOS : Churros.
CALISTRÁ : Eucaliptal.
CARAJO PIPA : Lugar a donde se manda a alguien  que nos está fastidiando.
CARBONÁ : Copular.
HACERSE UNA CATANA : Masturbarse.
COCORRÚO : Tostadito y muy crujiente.
CORCUJO : Zurzido mal hecho y con abultamientos.
EMPALMITO : Colecta que se efectúa entre varios amiguetes para pagar el importe de las consumisiones.
ENENANTE : Hace un momento.
ESPLOTÍO : Explosión, reventón.
GUARDABUJA : Gay.
BAJAR AL PILÓN : Practicar el cunnislingus.
JARCA : Grupo de personas indeseables y sin orden.
JUMERÍO : Humareda.
LEJÍO : Lugar o espacio muy amplio.
MÁ, MOMÁ, MUMÁ, OMÁ: Formas diversas y cariñosa de dirigirse a la madre.
DAR MATAJOLA : Insistir en la misma cuestión.
MORTERÁ: Cantidad excesiva y exagerada de dinero.
OREJA : Gay.
PACHOCHA : Broma que se hace entre amigos consistente en bajarse los pantalones y los calzoncillos y echarle en los genitales varios productos, entre ellos, vino; es una degradación masculina.
PAPO : Parte sexual femenina.
PEJIGUERA : Persona que da el coñazo en cantidad.
PICHA SECA : Dicese del individuo casado pero sin descendencia.
PITIJOPO: Libélula.
RECALÁ : Zambullida en el agua.
TOTO : Aparato sexual femenino.
NONA : Organo sexual de niño.
BOLINDRE : Canica.

lunes, 13 de junio de 2011


DEFINITIVAMENTE

Sereno dolor que agudizas
En la garganta hasta arrancarme la voz,
Palpitando , destrozando los bordes
Esquivos de la palabra.
…Un frío mortal me recorre, poseyéndome,
Cristalina azul lágrima
Que recorres impune los pasillos tristes
De las mejillas;
Definitivo el adiós, la pérdida gris
De la fuerza de voluntad.
Pardas comisuras tras la escapada,
Un viento late el alma
Quemando La epidermis, como una llama
Fugaz y finible…,
Definitivo tú, en la escapada amarga
De la madrugada del adiós…


JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ









SIN TITULO

Caía la lluvia monótona y cercana.
En la clase de ciencias, el maestro
Jugaba con su dentadura postiza. Estudiabamos…
Soñábamos…, mientras el lápiz
Surcaba la blanca cuartilla haciendo garabatos,
Soñábamos en la triste soledad de la silenciosa aula.


Pequeños hombres con sueños rotos,
monótonas vidas,
¿ a dónde fue mi juventud?,
Los amigos de antes ¿ dónde fueron yendo? , ¿ dónde se quedaron
Aquellos que nunca lo fueron?,
¿ qué fue de aquella tristeza
Que rebosaba en mi alma, de aquella soledad tan cruda,
Tan solitaria…?

Caía la lluvia. Tarde triste.. Fría y monótona.
El maestro de ciencias hacía muecas,
Masticaba chicle y fumaba tabaco negro…

Ya la vida me era difícil y me ahogaba…

Seguía cayendo la lluvia sobre los ventanales.
La campana del patio tocaba y tocaba
Y despertábamos de los sueños… :

Fernando y yo nos enseñábamos nuestros sexos…,
En la clase de ciencias…


JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ



CARNIVOROS LABIOS TUYOS


     Carnívoros labios tuyos, morena,
Secos y destetados de metales,
Ladrones de almíbar y manantiales
Libándome el amor, toda serena.

     De un beso exilias, me arrancas la pena,
De mis torpes, tristes, vegetales
Labios, concierto de amores, de males,
Donde arribar feliz, contenta y buena.

     Amorosa de labios como espadas
Y retorciéndote de besos tiernos,
Agonizo de tu boca a la espalda:

     Y retorciéndonos de besos tiernos
Entro en la comisuras y las llagas,
a dentelladas de amorosos cuernos….

JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ

miércoles, 4 de mayo de 2011

CANCIONES NUEVAS Y ALEGRES


CANCIONES NUEVAS Y ALEGRES



Canciones nuevas y alegres te envuelven.
Mi voz dulzona baja a tu garganta
en éste juego tan desesperado
de buscarte, no temiéndole a nada.


Eres la gota fría en cristal hueco.
Bebo sediento de ella en la clepsidra
ardiente y solitaria de tus pechos,
muerto de amor y melancolïa.


Tu aliento me retuerce crucuficándome
en éstas viejas playas de vientres salobres.



Y una vez hallada, voy esperando,
desesperándome tu caracola.
Como una soga voy ciñéndome
a tu boca, a tu carne y tu corola.


Un pétalo de osamenta cruje en la noche.
Ahora mis jóvenes brazos te adelgazan
la piel clara y enredada de tu rosa
y un dolor súbito emigra de mi alma...


Dibujo en tu piel caricias alegres
y nuevas, con mis dedos doloridos,
y otra vez, mi cuerpo solloza, tiembla,
agoniza feliz como los peces....



JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ

NO SÉ QUÉ FUEREZA DE DIENTES


NO SÉ QUÉ FUERZA DE DIENTES...





Sacros bordes de amnistía
olvidados, grietas guturales, cobre
duro y maleable
que fundiera en mis labios lascivos;
una caída de furiosos labios
golpea tu cuerpo, sesgando el vello,
blasfemando el limo de palabras,
salivas, y vino añejo
de tus manos, parábola para mi sed.


Tus flores son eréctamente maleables,
de perfiles cárdenos, de un escalofrío atroz
que murieran en mis sombras.
Varios músculos te golpean
pereciéndote, yaciendo sobre tí silenciosa,
una pasión exaltada y anegante
que corrompe vengando placeres,
eyaculando relámpagos miserables
de huesos desconocidos y equilibristas...



Pudiera ser el final hostil
que ahoga el perfume apestoso de mis axilas.


JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ

NOVEMBER



NOVEMBER



Olas de soledad golpean mi boca
en pleamares tristes y dolorosas,
rasgan mi voz entre penumbras calladas
y ruidosas luces de hojarasca,
buscan mis manos que crecen de hedor
retorciendo aquellos viejos besos tuyos
que ahora olvida ésta tierra que me cubre.



Gigantes y asombrados mares de amor
inundan sedientos mis ojos opacos
como últimos crepúsculos de agonía....


JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ

ALGUNA VEZ TU CUERPO


ALGUNA VEZ TU CUERPO




Alguna vez tu cuerpo tiritó
de fiebre junto al mío. A llamaradas
entró en mi piel tostada, por mis oscuros ojos,
entre mis manos tibias que atrapaban como un sol
tu sonrisa, por entre los pliegues difusos
buscando la alegría de los labios amorosos.


El viento de tu cabellera
dormita en mi espalda, no había colinas en tí
que mis dedos no alcanzaran,
ni fruto más carnoso que tus muslos tibios,
el atlas de tu cuerpo ardía
como una hoguera en la montaña;
como el musgo te apoderaste del olor de mis besos.





En mi memoria reposa aún
la luz de tu mirada, la púrpura magia
del sabor de tu lengua y de tus dientes asombrados.
Alguna vez mi sombra invisible
hurgó como un ladrón en tu reposo,
admirando la curva exquisita y maravillosa,
el oro macilento trocado en argenta;
por entre los ventanales, la luz
admiró tu cuerpo de estatua
adivinando la furia de tus miembros en a rebato.



Alguna vez hicimos del amor
un regalo para el alma, una ilusión
para los cuerpos indefensos;
tú fuiste la rama de jazmín
que mi boca atrapó con ansia,
la música que reía y envenenaba a mis oídos.
Alguna vez tu compañía
rebosó de alegría
el triste cáliz de mi soledad...

JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ

AIRE EN LA VOZ AIRE EN LA VOZ


AIRE EN LA VOZ
...O labios pardos o anatomía reposada.



Tras de la aurora anterior
una musgosidad casi pétrea y estridente
acaba por pernoctar en mi boca.
Casi destierra la furia de los dientes.
La púrpura luz de los labios
se balancea embriagada y delírica,
ganando velocidad
como una hojarasca de gris humo:
guturales ecos
de voces inmensas, estridentes y cálidas.



Misterio tras las cortinas de las sombras,
oh labios que os derramáis
profundos, en el bosque carmesí
de mi boca;
anillo prieto que alborozado
gime en calma, como un ocaso de purpurina
y de sangre seca;
bajáis murmurando
un dolor que muerden en mí, el paladar
suyo se me vuelve opaco
como una campanada sorda y queda.
Labios delirantes
que dormitan el sueño eterno
de la vida, desconociendolas grietas amargas
de mis dientes,
senectud febril de párpados escurridos,
pectorales, anatómicos, vaselínicos
tras la grieta profunda de mi garganta.



Labios solitarios, rítmicos de fiebre
que penetran lentamente
en las tinieblas de mi voz, ahogándola;
un aura de luz propone
descomponer el silencio incólume
que horizontal, empieza a yacer
sobre los músculos relajados.


JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ



miércoles, 27 de abril de 2011

QUE RUIDO DE FELICIDAD...

          QUÉ RUIDO DE FELICIDAD



Mis manos se alargan hasta tocarte
buscando ésa misteriosa sensación de paz,
justificable,
de sonidos huecos, de voces huecas
que manifiesta el equilibrio de los labios;



ignoro qué luz sucumbe
ante tus ojos extraños, pero la lluvia
de labios desbocados,
con risas en los dientes, muerde
tu cuerpo estático con un escalofrío
que siempre soñara. Contacto suave
y mortífero, contemplándote los huesos
sobresalidos, la carne que palpita en las manos
y llora perdida en el placer
que mutila los miembros.



No sé qué ruido de oquedades
me estremece y agita,
me pierde en la niebla de tu lengua
áspera y espesa y me atrapa furibunda,
me ata como un dogal a tu vientre.
Hermosa  piel que despertara
sombreada de brazos, colgada de felicidad
en una marea de espumas
y labios, fugando el sudor a otros espacios
más callados, más solitarios.



Mis dedos bordean la penumbra
de tus senos que galopan, dolor tuyo
y mío, dolor inmenso que se derrumba
como una columna de humo gris,
oigo tu voz por encima de los gritos
buscándome gozosa, impaciente del amor
de mi cuerpo, ahorcado junto a tí,
como dos estrías de espejos
que vencieran el azogue y el vaho moribundo
de la ira voluptuosa...

JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ

viernes, 15 de abril de 2011

SONETO

SONETO



          Carnívoros labios tuyos, morena,
secos y destetados de metales,
ladrones de almíbar y manantiales
libándome el amor, toda serena.


          De un beso exilias, me arrancas la pena
de mis torpes, tristes, vegetales
labios, concierto de amores, de males,
donde arribar feliz, contenta y buena.



          Amorosa de labios como espadas
y retorciéndote de besos tiernos,
agonizo de tu boca a la espalda:


           y retorciéndonos de besos tiernos
entro en las comisuras y las llagas,
a dentelladas de amorosos cuernos...


JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ

NOCTURNO


NOCTURNO





Oh rumor doloroso de senos blancos
agarrotando los músculos del vientre,
en a rebato, desbandada emigrante
huyendo de la ciudad de tus labios;


tristes rosarios de osamenta caían
en un equinoccio turbio de volúmenes,
adelgazando sudor, partiendo brazos
en éste corazón mío tan callado,


como una catedral de hojas marchitas...



Qué fácil rendirse bajo la cópula
de tus ojos, marinos y abandonados,
varados en el silencio de mis labios;


no sufriera tu carne lo que la mía,
éste monstruoso agotamiento vacïo
de horas y décadas interminables...,
persiguïendo las sombras de los cuerpos
éstas noches silenciosas de poniente,
cuando la carne rumorea feliz,
y la voz se pierde en los oídos sordos...



        JUAN JOSE CORBALAN IBAÑEZ